Hoy escribo en mi lengua materna porque me dirijo de forma especial a aquellas personas a quienes han hecho creer que esto de la independencia no va con ellas porque su lengua cotidiana es la de Machado o su corazón palpita al ritmo de la Roja. Es más, a algunas les han hecho creer que va en su contra. Pues nada más lejos de la realidad.

Mi yayo tuvo que dejar su tierra huyendo de la miseria, y yo quiero que mis hijos no tengan el mismo duro destino. Y estoy segura que tú tampoco quieres eso para los más jóvenes de tu familia. Por eso te digo que no tengas miedo, que esta siempre ha sido una tierra de acogida y seguirá abierta a todo el mundo en el momento que se convierta en una tierra de libertad.

Todos queremos vivir en un país justo y limpio de corrupción, y tenemos ante nosotros la única oportunidad de conseguirlo, porque se trata de conseguirlo entre todos. Se trata de mejorar la tierra dónde todos hemos decidido crecer para que con el dinero que producimos podamos conseguir los servicios que merecemos. Para poder construir los colegios que necesitamos, en lugar de ver cómo se dilapidan nuestros impuestos en aeropuertos que son vendidos por la ridícula cifra de 10.000€.

¿Se te ocurre un reto más apasionante e ilusionante que el de construir un país nuevo de forma colectiva? A mí no, por eso te pido que nos ayudes a hacerlo posible, por eso te pido que el 11 de setiembre te unas a los actos reivindicativos de la Diada y el 27 votes justicia y libertad.